martes, abril 14, 2009

Nueva estrategia

Si la sentencia de la Sala Especial de la Corte Suprema hubiera sido declarar que Fujimori nos salvó del terrorismo y lo demás no importa, y que tal vez los muertos de Colina eran terroristas, porque no se ha probado que no lo eran, los soldados del VRAE no habrían marchado con la moral baja, dejándose emboscar y masacrar en pleno viernes santo.

Si no hubieran tenido que recordar a cada rato al niño de ocho años muerto en Barrios Altos que se usa como argumento sentimental, olvidando que en las guerras hay víctimas colaterales, seguro que hubieran podido disparar mejor contra sus atacantes entre los que había mujeres y niños.

Si no existieran las malditas organizaciones de derechos humanos estaríamos rocketeando (que nada tiene que ver con el rock), como se hiciera en el Huallaga en los 90, y atacando desde el aire con bombas y metrallas como se hace en Colombia contra las FARC. Tal vez sólo falta que se diga que Sendero crece porque no se ha podido disolver una vez más el Congreso e intervenir el Poder Judicial para sacar a los jueces que se les ocurre condenar a los autores mediatos. Ya Raffo ha dicho que García debe ir al frente de la lucha en el VRAE, para ver si otra vez lo vencen los nervios como en el 86, y si después de otros cientos de muertos, sigue lavándose las manos de la condena a Fujimori.

Y encima está el tema Nakasaki, que después de todo ha pretendido ser fiel a la doctrina jurídica porque lo que quería demostrar en la defensa era que Fujimori y Colina resultaban incompatibles, porque el primero había dictado una directiva sobre derechos humanos y los otros actuaban fuera de la directiva. Por eso estaba dispuesto a aceptar la tesis de la acusación de que Barrios Altos y La Cantuta eran muertos gratuitos, que nadie probó que eran senderistas, ¿entonces por qué tendría Fujimori que haber ordenado matarlos? Y si había un niño mucho peor, porque ¿no han visto como el ex presidente quiere a Kenyi?

Pero el fondo del pensamiento fujimorista real (incluido el de algunos periodistas que desde el 2000 y 2001 se disfrazaron de democráticos), es opuesto al de su defensa legal: a los senderistas y sus colaboradores (y a todos los tontos útiles), se les mata, así estén rendidos, sin armas o en una fiesta. Y si se matan inocentes, mala suerte. Y si hay niños a la vista… ¿no han visto como Estados Unidos vuela un barrio en Irak para acabar con los hijos de Hussein?

Si Alan García hace caso a Valle Riestra y libera a Fujimori de sus acusadores. Y también a “La Razón”, y cierra las ONG, es seguro que los militares pelearán mejor y no se dejarán emboscar tan fácilmente. Por lo menos eso es lo que dicen los que afirman estar sacando la cara por las Fuerzas Armadas.

15.04.09
www.rwiener.blogspot.com

1 comentario:

Roberto dijo...

Conocemos ya a los protagonistas de la extrema derecha que inventan una izquierda que, permíteme decirlo, no existe. Si existiera, ¿cómo es que no pueden ubicarlo ni política ni ideológicamente a Ollanta Humala? La derecha se da el lujo de caracterizarlo a él y a su bancada impresentable como representante de la izquierda peruana. Yo digo ¿y dónde están los Diez Canseco-Pease-Dammert-Etc. que no dicen esta boca es mía y no de aquél? Lo poco de izquierda que aparece en este panorama asoma bajo el paraguas de ONGs, bien vestiditos y olorositos, “asesores” de poblaciones a quienes asisten con financiamiento externo, dejándose para sí (of course) los ahorritos para la vejez; algunos en los medios de comunicación, medio indefinidos –me pregunto: ¿cuál es la ideología de C. Hildebrant papá, luego de ser el “destapador de corruptos” con denuncias que sólo le servían para llenar sus bolsillos, seguida por su discípula C. Valenzuela, su imitadora igualmente exitosa con el mismo formato?- con medias verdades, sin una idea de cómo presentarse como fuerza política, asustados ante la soberbia de Mal Menor y toda esa fauna aprista (por si acaso el búfalo Pacheco ya murió hace años) que ocupa la pantalla chica y la radio.
Ya pues Raúl. No se trata de ser dialéctico ni irónico para hacer docencia en lo claro de la posición de la derecha que está endosando las derrotas sucesivas de nuestro Ejército y nuestra Policía a las organizaciones de derechos humanos para, con éstas, enterrar cualquier intento de organización de izquierda como opción de gobierno y seguir administrando nuestras ineptitudes con la misma ineptitud característica.