miércoles, mayo 20, 2009

Vivir como liberal y gobernar como fascista

Entre Aldo y Jaime hay cada vez mayores afinidades. La última se refiere a lo “ignorante” que puede ser un rojo o rojimio, con respecto al fascismo, cuando lo que somos (chúpate esa), es liberales… Reviso algunas columnas recientes del director de “Correo” y trato de reconocer su liberalismo. Por ejemplo una que dice “Te disparan de un sitio, trazas tu círculo con compás del área donde pueden haberse desplazado y napalm nomás” (“Correo, 21.04.09), con lo queda resuelto el tema del VRAE.

Otra más reciente: “El gobierno no puede tolerar en absoluto estas bravatas de Pizango… ese incendiario ya debería estar detenido para ser procesado por sedición y que vaya a acompañar en Piedras Gordas a Antauro Humala… En cuanto a los bloqueos a las ciudades amazónicas, pues ya estuvo bueno. Ya es hora de que el Estado imponga el orden y libere a esos peruanos aprisionados por tribus intransigentes que creen que son las únicas dueñas de la Selva y no todos los peruanos, y que alucinan que el cielo y la tierra son de ellas” (Correo, 16.05.09) . Con lo que se acabaría la huelga amazónica.

Y podríamos poner decenas de ejemplos de este liberalismo que imagina que bombardeando zonas pobladas se elimina subversivos y que ya estuvo bueno de tribus… Es el mismo que dice ¿qué hacen las Supa y Sumire en el Congreso?, o el que celebra a Chlimper cuando convoca a empresarios a sacar sus rifles para romper la huelga en los puertos. ¿Y qué es el espíritu fascista finalmente, sino el miedo del liberal a la irrupción social y la desconfianza ante los mecanismos normales del Estado, especialmente en situaciones de crisis, que hace inclinarse a la clase dominante hacia los recursos de excepción: aparatos de choque del fascio y Estado autoritario?

Aldo M y sus patrones lo hicieron con Fujimori y lo están repitiendo con García. Desde el periódico gritan vuélenlos, destrúyanlos, encarcélenlos, guerra sin cuartel, sin prisioneros. Y luego se van a la fiesta de despedida de Rey que se va a Italia. Porque ese el liberalismo que el gusta a Aldo, cócteles con soldados cuidando del orden. Sáquenme estas masas revoltosas de encima. Y si es necesario, como no, que el Estado intervenga, asigne más, dirija más, porque hay crisis, mientras las grandes ganancias queden protegidas. Seré liberal pero no cojudo, como dijo hace poco el ñaño.

Por eso cuando Aldo hace su pretendido recuento de las características que ha descubierto en el fascismo como fenómeno político, se olvida de dos detalles que el debe considerar casi sin importancia: el carácter profundamente anticomunista y antisocialista del fascismo (Italia, Alemania, España, Portugal, Chile, etc.) y el tema de la supremacía racial que está envuelto en el supuesto derecho de la elite para imponerse a los “ignorantes”. Y como siempre confunde ilustración superficial con conocimiento real sobre lo que se está discutiendo.

20.05.09
www.rwiener.blogspot.com

1 comentario:

Anónimo dijo...

En el fondo es el gran temor de la derecha que aquí es huachafa porque no tiene ideología, no tiene cuadros de respeto, no tiene programa consistente y racional y menos ahora con la grave crisis internacional por todos conocida.