miércoles, diciembre 02, 2009

Las Alas del APRA

En resumen, Mulder, Vargas, Cabanillas, Pastor, Núñez Calderón, Guevara y ya no se sabe cuántos más dirigentes del APRA, no tienen nada que responder por los viajes y negocios que mantienen con el avezado rector Fidel Ramírez de la Universidad Alas Peruanas, que tampoco tiene que dar cuentas de algo y por eso se niega a presentarse ante las comisiones del Congreso, y todos piden que les demuestren dónde está el dolo y el daño que han causado al Estado.

Y habrá que creerles que cada uno de ellos “no ve” dónde está el problema de pasearse con los fondos de una universidad privada, con sus esposas, con el pretexto de visitar otras experiencias educativas, pero con escalas turísticas inevitables, y en donde unos congresistas actúan como agentes de viaje de otros, consiguiéndoles los pasajes familiares y dónde será el Congreso el que decidirá si les paga por esos días de “trabajo”.

También se puede admitir que Mulder está realmente convencido que esto es “política” y que se debe a que ellos antes hicieron lo mismo con Obregón, Malpartida y otros nacionalistas, es decir les levantaron acusaciones por pura “política”, que ahora les están devolviendo y todos tranquilos. Con lo que reconoce la poca verdad de los anteriores escándalos y una idea sobre el Congreso de que es el territorio de las persecuciones gratuitas.

Pero en el caso de las Alas el asunto que “no se ve”, es que lo que parece un, por lo menos curioso, aprovechamiento de una universidad especialmente generosa, por parte de elementos políticos y altos funcionarios de los poderes del Estado, que quieren ahorrarle gastos al fisco –como se ha dicho, como si se tratara de un hecho meritorio-, y que afirman que nunca han debido dar nada a cambio; es al mismo tiempo un cuidado trabajo por parte del grupo dirigente de la Universidad para influir sobre personas con importante nivel de decisión en el Estado.

Puede que no hayan votado hasta hoy ninguna norma específica sobre Alas Peruanas, o que no hayan emitido algún fallo judicial a su favor, pero nadie puede saber como incidirán los favores recibidos en cualquier momento en que el tema esté en debate. Ramírez evidentemente no está sobornando, sino creando una opinión extendida en el poder, acerca del rol positivo de una Universidad que muchos han denunciado como un fenómeno anormal de crecimiento y de multiplicación de filiales, con discutibles resultados académicos.

Seguro que Alas es un caso marginal para todo lo que el control del Estado les representa para los dirigentes apristas. Por eso se sorprenden que le pidan cuentas por una minucia como son los viajes y los viáticos del rector Ramírez.

03.12.09
http://www.rwiener.blogspot.com/

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