domingo, enero 17, 2010

Ganó la derecha en Chile

Era lo más probable y se cumplió. El final electrizante que se anunciaba no fue tal. La diferencia que había impuesto el candidato de la derecha, el magnate Sebastián Piñera, en la primera vuelta: 15 puntos porcentuales y un millón de votos, no pudo ser revertida por los esfuerzos de la Concertación gobernante que intentó a último momento movilizar la popularidad de la presidenta Bachelet, y por la adhesión contra el cierre del candidato sorpresa Marco Enríquez Ominami.

Siendo las 6 de la tarde (hora de Santiago de Chile), el ministerio del Interior dio los resultados oficiales al 60% de los votos, con un 51.87% a favor de Piñera y 48.12% para Frei, una diferencia de 3.75%, que el mismo ministro consideró irreversible y que para un peruano evoca lo que fue la cuenta final de la segunda vuelta del 2006 que ganó Alan García. A las 4 pm se habían cerrado las mesas y en los puntos de votación los miembros de mesa empezaron a contarse las balotas en voz alta en medio de aplausos y abucheos.

Poco a poco se vieron cuáles eran las tendencias: (1) Frei subía sobre su votación de primera vuelta pero no llegaba a endosarse sino un 50 o 60% de los votos de los candidatos que fueron a los candidatos que no llegaron a la segunda vuelta; (2) Piñera, incrementaba su votación, mucho menos que su competidor, pero lo suficiente como para conservar la ventaja inicial; (3) no se registraron muchos votos en blanco o nulos. Luego del informe oficial, el comando de campaña de Frei aceptó su derrota. A las 6.45, el candidato perdedor realizó un breve discurso en el estrado levantado en la Alameda Bernardo O Higgins, en el que saludó a su rival y a la vez llamó a mantener la unidad lograda por los sectores de centroizquierda y progresistas para defender las libertades políticas y los derechos sociales.

A su vez, el comando de Piñera, respondió al gesto adoptando un tono de conciliación que pretendía insistir en el tono de la campaña del multimillonario que en todo momento ha buscado desligarse de la imagen que lo liga a la dictadura de Pinochet y del temor que muchos expresan por el regreso al poder de una derecha dura y agresiva. Ciertamente lo que va a pasar en este país está todavía por escribirse.

17.01.10
www.rwiener.blogspot.com

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