miércoles, junio 02, 2010

Los pacificadores

“Prefiero un gobierno conducido por ladrones, que por cobardes”
(Andrés Bedoya Ugarteche, “La Ortiga”, diario “Correo”, 29.05.10)

El lugar común de los analistas de estos días empieza con la fórmula de que es comprensible el sentimiento de los vecinos afectados por la presencia de Lori Berenson en su edificio, su cuadra o su distrito. Invito a leer los siguientes mails que son parte de los que están en circulación en unas cuentas denominadas Miraflores y Aurora:

“Yo paso más o menos diario por la calle Grau y me pregunto quién le compra la comida a la terruca, a su terruco BB y no sé a quién más, pero si esa homicida sale a la calle de hecho los vecinos la escupirán, o le lanzarán palabras de grueso calibre o la lincharán. Yo si estoy por allí con mi bici la atropello una y otra vez, esté con quién esté, para que sienta el dolor en carne propia. Debe estar volviéndose loca todos los días con los reclamos de los vecinos, así está bien, hay que atacarla sicológicamente para que se termine suicidando por la presión de los vecinos”
eric roland kohlweg roca

Hola: hay que formar un grupo tipo colina para localizar, detectar y eliminar a esa lacra que la verdad no sirve a la sociedad. He dicho.
ekr.the peacemaker

Hola: es la única manera, no hay otra. Ponerse fuerte y sin compasión y mariconadas. Localizar, detectar y eliminar. Señores, eliminar, ¿o desean que nos eliminen a nosotros? Así no es pues señores. Localizar y eliminarrrrrrrr. Sin compasión.
the peacemaker

Pero Sr. Eric resulta que el que nos liberó de la lacra esta preso y ni las gracias, en cambio la lacra esta libre, este es el mundo al revés, siempre lo he dicho que todos los errores que cometemos nos van a golpear como un boomerang
Graciela Fernández Maldonado

En la primera mitad de los años 90, escuché varias veces este tipo de llamémosle ideas, en personas que uno se sorprendería porque parecían normales, trabajadoras y amorosas con sus familias. Pero estaban convencidas que la violencia se erradica con el exterminio y que la cárcel era demasiado premio para los que los estaban amenazando (qué decir que cumplan la pena y vuelvan a ser libres). Y todos ellos votaron por las reelecciones de Fujimori, porque estaban convencidos que él hacía lo que hubieran querido hacer ellos mismos, y se callaron en mil idiomas cuando aparecieron los vladivideos y su valiente defensor salió corriendo a la tierra de sus ancestros.

Pero aquí los tenemos. Una mentalidad que indudablemente Sendero ayudó a consolidar. Pero con el mismo argumento podría preguntarse: ¿y qué clase de sociedad engendró el senderismo? El punto es que Berenson no atentó contra Miraflores, pero el Charles Bronson de estos días la atropellaría con su bebe, varias veces, con la misma bici con la que pasaba por Tarata quince minutos antes del coche bomba, que es lo que hace que no pueda superar el trauma, o como esa otra “víctima” del edificio de la calle Grau, cuyo tío estuvo tres días en la casa de los rehenes y ahora odia a Toledo, que estuvo también de rehén, porque cambió las brutales leyes de Fujimori, por órdenes del Tribunal Constitucional y la CIDH, en vez de destituir a los magistrados, salirse de la jurisdicción internacional, o dar un golpe de Estado que es lo que hacen los que no son cobardes como dice ABU.

02.06.10

www.rwiener.blogspot.com

1 comentario:

Juan A. Cavero G. dijo...

Mikhail Romm, cineasta soviético, describio magistralmente en la película El Fascismo cotidiano (exhibida entre nosotros como Fascismo al Desnudo), la forma en que esta ideología manipula las mentes de simples ciudadanos, mayormente pequeño-burgueses, usando los medios de comunicación en forma vulgar y ordinaria, hasta el extremo de convertirlos incluso en máquinas de matar, como ocurrio en la Alemania nazi. Algo de eso ya se está viendo en nuestro medio, en la forma como los medios crean una matriz de opinión según la cual toda persona condenada o acusada por terrorismo debe ser sometida a una especie de muerte civil, aun cuando haya cumplido la pena aplicada por el propio sistema jurídico constitucional. Como éste no es suficiente para cumplir el objetivo de los medios, entonces las puertas están abiertas para que aparezca un Fujimori, o algo peor.