jueves, diciembre 23, 2010

Aislar a Humala

No sé si llamarle franqueza, crudeza o qué, pero cuando Gustavo Guerra García le escribe una balbuceante carta a Susana Villarán, tratando de explicar porqué apoyó la alianza con el MNI sin consultar con la jefe que andaba en Madrid, anota sin comerse la lengua que esto era, entre otras cosas, para “aislar a Ollanta Humala y apuntar a volver a unir el campo de lo social”. La frase que varios han comentado contrastándola con la falta de otras motivaciones políticas que se refieran a combatir las candidaturas de la derecha, tiene como meollo sin embargo, la explicitación de un objetivo político: aislar al adversario que le disputa la conducción de lo social.

Esto no parece una posición exclusiva de Gustavo Guerra García sino un recordatorio a la viajera de los planes en que estaban embarcados. Queda claro así que la “audacia” de las municipales de acercarse al resto de la izquierda, entre ellos al apestado MNI, era un escalón “para volver a unir el campo de lo social”, que había sido hegemonizado por el nacionalismo en las elecciones del 2006, y aprovechar la no presentación de lista a la alcaldía de Lima de Ollanta Humala para aislarlo, apuntando luego a desechar a los rojos más rojos cuando ya fueran innecesarios.

Para el 2011, Fuerza Social tenía un nuevo escenario con el nacionalismo en la cancha; con la izquierda planteando un frente unitario que pasaba por entender con Humala; sin candidato propio que pudiera dar una pelea exitosa. Ciertamente, con un proceso interno en el que la única figura que sacaba la cara era Nano Guerra García, acribillado por la derecha por su pasado fujimorista, el partido de Villarán no iba a poder hacerle mella a Ollanta ni apropiarse de algún segmento importante de “lo social”. Se explica entonces que la dirección en Lima decidiera un temerario viraje al conformar un nuevo sancochado ideológico con el MNI, los Fonavistas y Tierra y Libertad del padre Arana.

Esta criatura infeliz que duró apenas unos días, efectivamente tuvo el efecto de terminar de abortar una eventual alianza PNP-Izquierda (al margen de los desentendimientos entre el MNI y Ollanta), y de empujar a los nacionalistas hacia un mayor cierra filas. Esto es lo que trataba de explicar el segundo de Fuerza Social, a la primera que se encontraba en Madrid. Pero luego sobrevino la lógica de la “nueva política”, que implicaba darse cuenta que ya nada impedía echar a un lado a todos los aliados, precisamente cuando se habían vencido todos los plazos legales y ya no había donde reacomodarse.

En esta canallada han estado finalmente revueltos Villarán, Huaroc, Guerra García y el mismísimo Rodríguez Cuadros, que se coló en la escena electoral por invitación del MNI, pero una vez con la chalina verde los vio caer. Claro que después de este faenón increíble han empezado a contarse los daños ocasionados a todos los actores: el MNI y Tierra y Libertad se han sumido en grave crisis interna y han quedado fuera de las elecciones; pero Fuerza Social ha liquidado el encanto de la sonrisa de Susana aún antes de asuma la alcaldía, han desgastado la candidatura presidencial antes de lanzarla, se han aislado de izquierda y derecha y van camino a perder su inscripción electoral.

22.12.10
www.rwiener.blogspot.com

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Cómo llamar al sainete montado por Susana Villarán para desbarrancar la candidatura de Ollanta Humala..?

¿Cómo llamar a la carta que Gustavo Guerra García le envió a Madrid a Susana Villarán recordándole los planes de "aislar" a Ollanta Humala con vista a las elecciones del 2011..?

¿Cómo llamar al 'wikileak' de Fuerza Social donde las cartas 'privadas' de Villarán de Madrid a Lima, como la de Guerra García Lima-Madrid primero llegan a los medios de comunicación y después al destinatario..?

A estas alturas ya se puede hablar de un "plan" macabro que era el siguiente: Caperucita con su canasta repleta de paltas, escupitajos y agravios, para que nadie sospeche de ella, se iba de viaje a buscar a la ingrata abuelita millonaria que en la reciente campaña municipal había brillado por su ausencia y tacañería. En Lima los zorrillos y las brujas de Fuerza Social se encargarían de hacer un ‘cachuelito’ recontra hortelano que consistía en matar dos pájaros de un tiro: descarrilar la participación en la elección presidencial de MNI, Tierra y Libertad y Lima para Todos ya sea enrolados en las filas del nacionalismo de Ollanta Humala, o en las propias de Fuerza Social: "Esa gente no tiene que participar".

Si bien es cierto que la intención de estos grupos de plegarse al nacionalismo no había progresado, también es cierto que no eran razones de fondo sino simple descoordinación que no se superaba. La posibilidad que a último minuto se materializara un acuerdo con Humala no había que correrla, por eso la mejor chance era ponerlos en 'stand by' (frizarlos) a estos movimientos de izquierda hasta que el plazo de inscripción de alianzas cerrara y entonces el asunto estaría solucionado. El alejamiento e incomunicación de la flamante alcaldesa en esta movida de ficha era sine qua non.

La famosa carta 'privada' de Susana Villarán y el 'rebolú' que formó en Lima era parte del plan "para ganar tiempo"; excusa perfecta para distraer a la dirigencia de MNI, Tierra y Libertad y Lima para Todos que Fuerza Social quería desembarcar. Porque, -se dijo- y como en efecto sucedió, ellos quedarían a la espera de la explicación o rectificación de la alcaldesa, algo que nunca llegó.

El pugilato falso desatado en FS entre "dos vertientes" irreconciliables y la posibilidad de la "ruptura" fueron ingrediente que funcionaron a la perfección, gracias, además, a la manito que dieron los periodistas de los medios involucrados.

Para garantizar la parálisis de los afectados, tanto de Madrid como de Lima con dramatismo rotundo se espetaba: "Pongo mi cargo a disposición", "Renuncio", etc..

Se deshace la Alianza.

"Ah... chicos, pero el 18 de este mes, las "bases" decidirán si se renueva el compromiso o si vamos sólo con partidos no limeños y/o movimientos regionales independientes".

El MNI, Tierra y Libertad y Lima para Todos, hechos unos cojinovas esperaron el "milagro" que los dejara participar, tampoco ocurrió.

Dejar colgado de la brocha al "socio" o a la promesa, funciona en la politiquería limeña.

Muchos camaradas y socios de Susana Villarán que a finales de los 80's estuvieron con MVLL, con malas artes dejaron al escribidor para ir a servir a la dictadura de Fujimori, lejos de pagar por la fechoría, hoy los vemos llenos de salud y altaneros disertando sobre las conveniencias democráticas del doctor García.

Cartago

Anónimo dijo...

¿Cómo llamar al sainete montado por Susana Villarán para desbarrancar la candidatura de Ollanta Humala..?

¿Cómo llamar a la carta que Gustavo Guerra García le envió a Madrid a Susana Villarán recordándole los planes de "aislar" a Ollanta Humala con vista a las elecciones del 2011..?

¿Cómo llamar al 'wikileak' de Fuerza Social donde las cartas 'privadas' de Villarán de Madrid a Lima, como la de Guerra García Lima-Madrid primero llegan a los medios de comunicación y después al destinatario..?

A estas alturas ya se puede hablar de un "plan" macabro que era el siguiente: Caperucita con su canasta repleta de paltas, escupitajos y agravios, para que nadie sospeche de ella, se iba de viaje a buscar a la ingrata abuelita millonaria que en la reciente campaña municipal había brillado por su ausencia y tacañería. En Lima los zorrillos y las brujas de Fuerza Social se encargarían de hacer un ‘cachuelito’ recontra hortelano que consistía en matar dos pájaros de un tiro: descarrilar la participación en la elección presidencial de MNI, Tierra y Libertad y Lima para Todos ya sea enrolados en las filas del nacionalismo de Ollanta Humala, o en las propias de Fuerza Social: "Esa gente no tiene que participar".

Si bien es cierto que la intención de estos grupos de plegarse al nacionalismo no había progresado, también es cierto que no eran razones de fondo sino simple descoordinación que no se superaba. La posibilidad que a último minuto se materializara un acuerdo con Humala no había que correrla, por eso la mejor chance era ponerlos en 'stand by' (frizarlos) a estos movimientos de izquierda hasta que el plazo de inscripción de alianzas cerrara y entonces el asunto estaría solucionado. El alejamiento e incomunicación de la flamante alcaldesa en esta movida de ficha era sine qua non.

La famosa carta 'privada' de Susana Villarán y el 'rebolú' que formó en Lima era parte del plan "para ganar tiempo"; excusa perfecta para distraer a la dirigencia de MNI, Tierra y Libertad y Lima para Todos que Fuerza Social quería desembarcar. Porque, -se dijo- y como en efecto sucedió, ellos quedarían a la espera de la explicación o rectificación de la alcaldesa, algo que nunca llegó.

El pugilato falso desatado en FS entre "dos vertientes" irreconciliables y la posibilidad de la "ruptura" fueron ingrediente que funcionaron a la perfección, gracias, además, a la manito que dieron los periodistas de los medios involucrados.

Para garantizar la parálisis de los afectados, tanto de Madrid como de Lima con dramatismo rotundo se espetaba: "Pongo mi cargo a disposición", "Renuncio", etc..

Se deshace la Alianza.

"Ah... chicos, pero el 18 de este mes, las "bases" decidirán si se renueva el compromiso o si vamos sólo con partidos no limeños y/o movimientos regionales independientes".

El MNI, Tierra y Libertad y Lima para Todos, hechos unos cojinovas esperaron el "milagro" que los dejara participar, tampoco ocurrió.

Dejar colgado de la brocha al "socio" o a la promesa, funciona en la politiquería limeña.

Muchos camaradas y socios de Susana Villarán que a finales de los 80's estuvieron con MVLL, con malas artes dejaron al escribidor para ir a servir a la dictadura de Fujimori, lejos de pagar por la fechoría, hoy los vemos llenos de salud y altaneros disertando sobre las conveniencias democráticas del doctor García.

Cartago