martes, diciembre 20, 2011

El plan traicionado

Rosa María Palacios acaba de preguntarse por el Ollanta I, que ella solía entrevistar desde el 2005, y al que escuchaba embelesada hablar sobre revisiones de contratos corruptos y antinacionales; nuevo canon que no salía de la renta estatal sino del pago directo de las empresas a las regiones; nueva Constitución que reflejara al país que ahora somos y no el de Fujimori.



¿Dónde está?, se acaba de preguntar en tono dramático y ahí nomás ha empezado a armar una nueva leyenda urbana sobre la bifurcación entre el líder nacionalista que hoy es presidente y las ideas que sostuvo durante años, algunas de la cuales eran consignadas en el Plan de Gobierno 2011-2016 de Gana Perú: “La Gran Transformación”, a cuya demolición y tergiversación la doña dedicó casi todos sus programas de la campaña, antes de ser echada por la puerta falsa por los Miró Quesada.



Confiada en que los que leyeron el texto debían ser muy pocos, Rosa María se proclamó como su intérprete y ofreció día a día una versión de estatizaciones que no existían; empresas públicas deficitarias, que tampoco estaban en la propuesta; confiscación de medios de comunicación donde se buscaba que las nuevas frecuencias de la televisión digital se distribuyeran democráticamente; confiscación de fondos de las AFP por plantear un sistema mixto de pensiones que ayudara a que la mayor parte de los peruanos tenga un retiro digno; impuestos despiadados, cuando se trataba de definir de donde se pagarían los programas sociales; etc.



Lo nuevo es que ahora quiere contarnos otro cuento según el cuál Félix Jiménez y el equipo de plan de gobierno metieron al JNE un documento no autorizado. O sea que Ollanta ya estaba virando y la banda de los “malditos de la izquierda” lo engancharon con un programa que ya no lo expresaba, por lo que el libro de cabecera de la periodista de las 11pm., resultó siendo un fraude, ya que el candidato había pedido otro más breve y formal, lo que no fue respetado. Y eso, dice que se lo han contado los que estaban ahí. Pero ocurre que el texto de síntesis lo hizo el propio Félix y su equipo, que siguieron siendo los que exponían la propuesta en cuanto debate hubo esos días. Asimismo todos ellos fueron mostrados como el núcleo técnico de Ollanta en la Casa España. ¿De dónde viene la historia de una usurpación del mandato de Ollanta para encadenarlo a un radicalismo que había guardado en el archivo?



Para ser exactos la cosa fue al revés. Ollanta empezó a producir hechos desde la primera vuelta que contradecían a la “Gran Transformación” y al Ollanta I, al que Rosa María ahora anda buscando con una linterna. La carta a lo Lula de antes de la primera vuelta, la Hoja de Ruta y el juramento de San Marcos sorprendieron una y otra vez a la campaña. Pero peor que eso fue que algunos voceros usaran la tribuna de la televisión, entre ellos el programa de la Palacios, para dar por hecho que el documento que se había trabajado para tener una guía de gobierno, podía reemplazarse por una hoja de intenciones o una proclama por la democracia y el crecimiento.



Obviamente se estaba tumbando el plan, pasando por encima no de la izquierda, cuya influencia sobre Ollanta siempre fue limitada, ni tampoco de los intelectuales que no le dieron las ideas al candidato sino que las sistematizaron. Los que estaban siendo estafados eran otros: millones de votantes y cientos de miles de militantes nacionalistas que estaban unidos para alcanzar objetivos sociales y económicos que fueron reemplazados por el puro objetivo del poder. Por eso es gracioso leer a Rosa María preguntar finalmente: y ahora después del plan de gobierno derrotado, ¿cuál es el plan de este gobierno?



20.12.11


www.rwiener.blogspot.com

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