jueves, mayo 16, 2013

Dos dictadores


Proclamó ante los jueces su inocencia por los crímenes de su gobierno. Y cuando no tuvo más argumentos dijo que nunca supo nada, que todo fue asunto de mandos medios y oscuros asesores dedicados a matar a la gente.

Argumentó su edad para no ir a la cárcel y apenas pudo se declaró enfermo, ante todo por la emoción de haber sido sentenciado como un asesino cualquiera.

Su defensa argumentó que había matado menos que sus antecesores.

Dijo que lo hizo por su país, que todo era una gran venganza política. Condenó la investigación de la guerra sucia que quedó documentada señalándolo como genocida de su pueblo.

Tiene una hija casada con un norteamericano, que fue integrante del congreso de su país.

Parece una biografía condensada de Alberto Fujimori, pero no lo es.

Son datos de la vida del exdictador guatemalteco Efraín Ríos Montt, recientemente condenado a 80 años de prisión a una edad de 86 años y que por añadidura ha concluido internado en un centro médico después de la sentencia. ¿Crueldad?, como diría Kenji, o simple ejercicio de la justicia contra un hombre que evadió sus culpas durante muchos años con el recurso de hacerse elegir para el Congreso.

Ríos Montt ha jurado que es inocente como el de la Dinoes. Y también ha querido argüir su lugar en la línea de mando para que le crean que desde la presidencia no se decidían los muertos ni las acciones paramilitares. Muy parecido a lo que aquí hacía un supuesto “chino”, que siendo civil actuó basado en estructuras militares.

Ríos Montt es responsable de la muerte de miles de personas, que no hubieran sido asesinadas si las estrategias aprobadas al más alto nivel y las encargaturas de ejecución no hubieran tenido el visto bueno del gobernante golpista. De igual modo, varios cientos, si no miles de personas, no hubieran sido aniquilados por el Grupo Colina y sus similares.

En Guatemala, la Comisión para el Esclarecimiento Histórico identificó los crímenes de la guerra interna que sobrepasan los 200 mil casos, de los cuales casi mil 800 van a la cuenta de Ríos Montt. En el Perú, existió la Comisión de la Verdad que tiene el mejor acopio de información sobre las muertes y otras violaciones de derechos humanos durante el período de conflicto, y la responsabilidad específica del régimen de Fujimori. Ambos documentos han sido combatidos por las respectivas derechas.

Extraños paralelos entre Ríos y Fujimori, que aparecen cuando el segundo de los nombrados está queriendo ser indultado en una campaña orquestada de las derechas que quieren consagrar la impunidad en el Perú. Ridículo fuera que lo que es una sanción ejemplar al golpista y asesino, termine en una farsa, por presión al gobierno de Humala, y eso mientras los centroamericanos dan una lección al mundo. 

16.05.13

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