viernes, mayo 31, 2013

Prohibido pensar


Ollanta ahora carga con un complejo de culpa por haber viajado a Caracas en abril cuando los grandes medios le decían que se quedara en casa para no “avalar” a Maduro (es decir para avalar a Capriles), y por haber pensado en el asunto Repsol, cuando no debía pensar en nada, y hasta parece que se ha creído que es el culpable de la caída de la producción en marzo (es decir un mes antes de estos hechos) y del retraso de las inversiones que ya dura todo el año.

En fin, el hombre ya también debe estarse dando cuenta que sus medidas pro-confianza no iban a tranquilizar a los empresarios sino que las tomarían nada más que como una señal de que ya está listo para sacarle cualquier cosa. Vean nomás a la Sociedad de Industrias pidiendo que los “regímenes especiales”, cuestionados hasta por las trasnacionales y contra los que luchan los trabajadores textiles, agroexportadores y otros durante muchos años, deberían extenderse al resto de sectores productivos.

Fujimorismo laboral a grado extremo que Ollanta ofreció revertir no sólo en la Gran Transformación sino en la Hoja de Ruta, pero eso a estas alturas qué importa. Un presidente que asocia una menor tasa de crecimiento a un descenso inevitable de su popularidad en las encuestas es demasiado fácil de manipular. Sobre todo si se ha creído que las cifras de IPSOS, DATUM, CPI y GFK, son su fuente de legitimidad y no el mandato emergido de las urnas. Después de todo son las encuestas las que provocan ansiedad en otras tiendas por aquello de la reelección conyugal, que es el único elemento ofensivo que le queda a un gobierno permanentemente a la defensiva.

Pero ahí viene justamente el problema: ¿qué puede pasar si la situación de la economía mundial sigue en bajada y todos los presupuestos en los que se han construido los pronósticos de crecimiento continuado por 15 o 20 años de Castilla, Carranza y otros sabelotodo de la economía empiezan a hacerse cada vez más dudosos?, ¿habrá que hacer mayores “shocks de confianza”, es decir más y más concesiones a los dueños del dinero para ver si sueltan las inversiones cuando la perspectiva general se les hace más sombría?

Como al presidente le han prohibido pensar, lo más probable es que le saquen las ventajas que sean posibles pero no por eso darán los fondos con los que sueña para que se compensen las debilidades de la economía. Después de todo el capital siempre ha tenido la coartada de la cobardía. Y, también, que el ministro que metió al gobierno en este esquema se vaya en pocos meses asegurando que lo hace por motivos personales o porque lo pidieron de algún organismo internacional, pero que se leerá de cualquier modo como que la confianza no ha sido suficiente.

31.05.13
www.rwiener.blogspot.com

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