martes, julio 16, 2013

Un rumbo claro para Humala

Uno lee en las columnas de los diarios que el rumbo del gobierno no está claro, que ya basta de piloto automático y que si bien no hubo la “temida” Gran Transformación tampoco hay convicción suficiente para impulsar el modelo económico por el que votó la mayoría de los peruanos. Hay por ahí quién ya se lamenta que el presidente y el premier hayan dicho que no habrán sorpresas el próximo 28 de julio, cuando lo que estaría esperando la derecha económica y periodística del país es que los sorprendan con un Ollanta Humala convertido definitivamente en Alan García o Alberto Fujimori.

El monotema se está haciendo cargoso, sobre todo porque los que muestran estas insatisfacciones son los mismos que con toda la desfachatez del mundo inventaron la especie de que dado que Humala apenas (¡) alcanzó poco más del 30% en primera vuelta (los demás estuvieron en 20% para abajo), no tenía derecho a mantener sus propuestas, porque el 70% estaba en contra (¿y a favor de qué?, si marcharon en un montón de candidaturas separadas y enfrentadas), lo que llevó a una digresión ridícula sobre Hoja de Ruta versus Gran Transformación, cuando ambos documentos fueron escritos por las mismas personas de acuerdo a las necesidades de ampliar las alianzas políticas y no de renegar a las ideas de fondo.

El hecho es que si hubo parálisis en las iniciativas de cambio y por tanto piloto automático, fue porque Humala capituló a las presiones y no vio realista enfrentarse a los poderes que tenía al frente, ni confió en la capacidad de movilizar a la masa de sus electores. Entonces, al presidente paralizado lo llenaron de elogios por “sensato”, lo separaron de la izquierda como si hubiera sido la responsable de una mala influencia, y lo aprobaron abrumadoramente en las encuestas y los diarios que antes le hacían la guerra. Ese fue el tiempo en que la CONFIEP, celebró a tambor batiente que Humala no fuera el Humala que ellos habían dibujado.

Pero, dos años después, ¿quién es Ollanta Humala, presidente del Perú? Todo indica que para ciertos sectores lo que le falta al hombre es que diga me transformé, soy enemigo de mi pasado, allá los ingenuos que me dieron sus votos. Falta algo como eso. No que haga la política de ellos, sino que sea uno de ellos. Y para eso lo están apaleando nuevamente. Y no es que Ollanta esté resistiendo, porque retrocede a cada paso, sino que persiste en querer adoptar decisiones propias, cuando desde hace tiempo tiene prohibido hasta pensar y menos comunicar lo que piensa. Por eso la mera idea de no sorprender, de no hacerle a los empresarios lo que se le hace  trabajadores (normas impuestas, sin diálogo), ya no es suficiente. Un rumbo claro piden a toda voz. Es decir un rumbo que se marque en los bancos, las grandes empresas y en el diario de la sagrada familia. ¿Para qué más?

16.07.13
www.rwiener.blogspot.com

No hay comentarios.: