martes, octubre 29, 2013

Los derechos pensionarios se respetan


Hace algunos días se observó una extraña unanimidad en los medios de prensa respecto a la injusta demora para la aprobación de la pensión de retiro del exviceministro de Educación, Idel Vexler, lo que sólo se puede explicar por una coincidencia básica: ninguna diferencia política o personal entre los gobernantes de turno y la persona con derechos pensionarios, puede justificar la retención de los pagos a quién le corresponde.

La rapidez con la que respondió el ministerio de Educación sirve para comprobar el poder de la prensa, especialmente cuando el caso es sumamente notorio. También, hace muy pocos días el presidente del Congreso, Fredy Otárola fue abordado durante una Conferencia de Prensa, por un periodista que le inquirió sobre el caso del doctor Juan Mariátegui, que como Vexler tiene derecho a pensión por sus años de servicio al Estado y su condición de excongresista andino, y que ha cumplido más de dos años excluido de un beneficio que sí han recibido por otros que estaban en igual condición que él.

Aquí igualmente quedan de lado las consideraciones políticas, por ejemplo que Mariátegui fue parte de la bancada nacionalista en el período 2006-2011, representándolo ante el parlamento andino, lo que podría suponer que el actual gobierno podría tener alguna consideración especial a su persona. Pero no ha sido así y más bien hay la sospecha de que algún malentendido ha enturbiado las relaciones generando resistencias que duran hasta hoy. No importa, porque en un caso como este lo único que debería discutirse es si la persona ha acumulado el derecho pensionario y aplicarse automáticamente.

Por ello la respuesta que el presidente del Congreso dio a la prensa en el sentido de que la situación de Mariátegui era un asunto individual que se resolvería de acuerdo a ley, es marcadamente insuficiente ya que hubo varios congresistas del período anterior que estaban en  una condición idéntica y a los que se les asignó la pensión en forma automática, y hay otros que saldrán del actual Congreso reclamando lo mismo: ¿cómo se resolverá en tales casos: aplicando el reglamento existente y los precedentes, o individualizando a cada uno y remitiéndolo a estudio de la ONP como se ha hecho con el Dr. Mariátegui?

La individualización de un solo caso comporta discriminación y podría ser hasta ensañamiento si se supiera la causa que lo motiva. En todo caso, se debe subrayar que la discusión sobre derechos puede ser individual, porque se trata de personas concretas afectadas, pero es también genérica y de principios porque los derechos se deben aplicar siempre de la misma forma para situaciones que son iguales. El presidente Otárola que hasta ahora parece vacilar en marcar la raya más profunda con su antecesor, podría tomar este caso para dejar atrás pequeñas venganzas y mediocridades, que hacen mucho daño a las instituciones.

29.10.13
www.rwiener.blogspot.com

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