viernes, enero 24, 2014

Utilización política de la tragedia

Hace unos días una niña en San Bartolo murió destrozada por manipular en su inocencia una granada instalaza que estaba abandonada en la zona de su vivienda. Una tragedia tan sin sentido como la del niño de tres años alcanzado por una piedra mientras se desplazaba en un automóvil con sus familiares sobre la vía de la Costa Verde y que ha quedado postrado y con pronóstico reservado en una clínica limeña.

Ambos casos son terribles y merecieran una investigación para saber si hay responsabilidades. Pero uno sigue a los medios y el tratamiento de cada caso es totalmente distinto. A la niña parece que la cogió el destino y su caso va para el olvido, como muchos otros, mientras que el del niño está ocupando titulares de los diarios concentrados y los mayores espacios de parte de la televisión y la radio que le son afines.

¿Importa un niño más que el otro? Lamentablemente sí, porque el de la Costa Verde está llevando a una nueva polémica sobre la gestión municipal de Susana Villarán, como si se quisiera decir que la alcaldesa descuidó una zona donde ya todos sabían que se iba a caer una piedra y encima no quiere reconocer que es culpable, y esto en el marco de la ejecución del proyecto de remodelación de la vía y mejoramiento del acceso a las playas que por ahora ha avanzado los tramos de Magdalena y San Miguel, y no el del accidente.

Los grandes medios han instalado una guardia en la clínica donde está el niño que reportan cada tanto sobre su estado de salud. Y aunque suene muy fuerte decirlo la impresión que dan es la de estar pendientes de un desenlace fatal que sería la noticia más demoledora contra la autoridad municipal de Lima. Algo por el estilo se le hizo a Mocha García Naranjo con los niños cajamarquinos que murieron intoxicados por una comida distribuida por el PRONAA, y que pareció por algún momento que la prensa con consigna de odio la acusaba de haberlos asesinado.

En todo el Perú pasan tragedias, como los buses que se caen, pero los medios no piden la cabeza del ministro de Transportes o de la jefa de la SUTRAM. Tampoco es verdad que esta sea la primera vez que hay una desgracia por desprendimiento de rocas en la Costa Verde, pero nunca se vio una metralla mediática como la de estos días. Y eso de que desde el primer momento las municipalidades respondieron a su obligación de atención del herido y aseguraron someterse a las investigaciones.

Pero el tema es, lamentablemente, político. Seguro que si hubiera habido revocatoria las piedras no se caerían. Y más aún si no se hubiera investigado el caso Comunicore. Pobre niño. Tan pequeño y frágil y ya convertido en un arma de destrucción política. Hago votos porque se restablezca.         

24.01.14

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